La habitación era un poco pequeña, pero cómoda. La ubicación es excelente y el desayuno estuvo muy bien.

El lugar tiene una ubicación excepcional, justo en el centro del pueblo, lo que nos permitió explorar la Chapelle de Gabas y disfrutar de las vistas de la Vallée d'Ossau. La habitación era cómoda, y para ser un edificio antiguo, se notaba que había sido bien reformado. A pesar del ruido ocasional de las tuberías, la experiencia fue agradable.

La recepción en la barra debe ser la idea más innovadora de este hotel, que realmente da un toque de, no sé, desorganización. Y ¡vaya! Sin colgadores en el baño, increíble. Espero que, como cliente VIP, me ofrezcan algún regalo de bienvenida o una mejora de habitación, pero parece que eso está reservado para otros. Justo por eso no pude escribir una buena reseña.

Recomiendo para aventureros

La habitación era limpia y estaba muy bien ubicada, justo en el centro con vistas espectaculares a las montañas. El desayuno por 8€ no fue barato pero valió cada céntimo, especialmente el cappuccino, el mejor que he probado entre Alemania, Francia y España.

No fue barato, pero aceptable por todo lo que ofrecía.

Qué festín el de la brasserie! Probamos la famosa garbure bearnaise y nos enamoramos del queso de Ossau. sin duda, un viaje culinario en cada bocado. Además, el trato del personal fue de primera, haciéndonos sentir como en casa. Y a solo un paso, la terraza donde disfrutar después de un día de exploración.

La llegada a la recepción en el bar dejó un aire algo desorganizado. Y la habitación, sin aire acondicionado, se volvió un sauna. Lo bueno es que, a pesar del ruido del pub cercano, la experiencia aún brilló entre los encantos del lugar.

Las vistas desde nuestra habitación eran impresionantes.

La habitación era muy pequeña y aunque solo estuvimos una noche, nos resultó incómoda. Además, el baño carecía de colgadores y eso fue un verdadero problema. La recepción en la barra hacía que el proceso fuera confuso y desorganizado, lo que no es lo ideal al llegar a un lugar nuevo.

La ubicación es excepcional, justo en el centro del pueblo, lo que facilita el acceso a todas las maravillas que ofrece los Pirineos, y se puede disfrutar de un ambiente encantador, alejado del bullicio turístico. Las instalaciones están bien mantenidas, y a pesar de ser un edificio antiguo, han logrado conservar su esencia. Las camas son cómodas, lo que hace que la experiencia sea aún mejor.

El aislamiento acústico podría mejorar, ya que se escucha el ruido de las tuberías de otras habitaciones.

Ubicación en la plaza principal, garaje cercano sin coste adicional, indicaciones claras para recoger las llaves.

La recepción en la barra del bar hace que todo se sienta desorganizado. ¡Diseño del baño sin colgadores es un verdadero problema!!! La comunicación con recepcionistas solo en francés fue frustrante.

recomiendo este hotel, es total for una breve escala

Céntrico hotel, amable personal, perfecto para descansar y comenzar el día con un desayuno delicioso, donde ofrecen café excepcional y variedad de productos locales. Además, la comodidad de poder guardar nuestra moto en un almacén privado fue un gran plus después de una larga jornada.

Todo fue perfecto

Desayuno no incluido, pero buena ubicación y cama cómoda en el hotel.

excelente ubicación, cama cómoda, desayuno no incluido.

La buena ubicación permite acceder a muchas actividades. No hay tetera en la habitación.

el hotel estaba en el centro de laruns y superó mis expectativas con su ambiente acogedor. la cama era cómoda y el restaurante tenía una buena terraza donde disfrutamos de unas comidas agradables.

faltaba un secador en el baño.

buena experiencia pero con algunos detalles por mejorar

La ubicación del hotel es excelente, permite acceder fácilmente a lugares de interés. Me gustó mucho el servicio de restauración, especialmente la calidad de los productos regionales que ofrecen. Las vistas desde la habitación son espectaculares, pudiendo disfrutar del paisaje montañoso y la plaza del pueblo.

La habitación era bastante pequeña, lo que puede ser un inconveniente para estancias largas.

Buena ubicación y trato amable, pero el bar se sentía algo desorganizado.

Las vistas desde las habitaciones son impresionantes, especialmente hacia la plaza principal del pueblo y el pico de Ger. Además, la terraza del bar-restaurante ofrece un ambiente perfecto para relajarse después de una excursión. El menú de la brasserie es delicioso, lleno de especialidades regionales como la garbure bearnaise y el queso de Ossau.

No hay parking cercano.